Calle Camillo Cavour. Esta calle conecta con el Duomo, y por consiguiente, con la academia de arte a la que comenzaré a asistir a contar del dia lunes 04 de mayo.
A diario compro en este almacén de Lotto algunas botellas de agua, y una que otra provisión.
Es rico ser turista en un lugar donde sabes que no eres "tan turista". Se que puedo actuar libremente como turista, llevar mi camara colgada al hombro todo el dia, hacerme la loca y preguntar cosas en ingles cuando lo necesito, callejear, y meterme en el medio de la masa de extranjeros que gozan el lugar porque probablemente tienen pocos dias para aprovecharlo.
Yo se que no tendré pocos dias.
Puedo ver todo con tranquilidad.
No quiero arrebatarme. Pero desde el dia uno que quiero aprovechar todo esto al maximo, respirar el arte, encantarme cada vez más.
Hoy visite muchos lugares. El primero fue la Santa Croce.
Pinocchio me llevó a la infancia colgado con todos sus gemelos de los kioskos de souvenirs.
Llegué al rio Arno sin saber bien donde iba, o más bien, sin tener un destino determinado.
Salí a caminar sin pretender mirar el mapa, a menos que me sintiera perdida y necesitara volver.
Pero es dificil perderse en Florencia, a pesar que ni sus calles ni la numeración de éstas tienen un orden logico. Jajaja.
El Ponte Vecchio me invitaba a recorrerlo, pero la masa de turistas no.
Asi es que tomé una decisión intermedia: lo recorrí pero a duras penas, sin poder disfrutarlo mucho, sin poder detenerme porque ya estaba semi detenida con tanta gente y preferia seguir caminando y volver cuando termine el fin de semana y todo se "normalice" y se aliviane la cantidad de gente en la ciudad.
La Galeria Uffizi tambien tendrá que esperarme a que vuelva en algunos dias más.
Por mientras lodré sacar una fotito sin que nadie se me cruzara, menos mal.
Pero quedo claramente en deuda y necesito volver apenas se pueda.
Llegué después a una plaza en la que habia una feria con muchos puestitos, lamentablemente no recuerdo con exactitud el nombre, pero estoy casi segura que era la Piazza de la Repubblica.
Por la tarde decidí ir a un parque que, según el mapa que aun ando trayendo a diario en el bolsillo, queda muy cerca del hostal donde estoy viviendo.
Se llama Giardino de la Fortezza.
Despues de caminar varios minutos llegué al parque. Sin darme cuenta me estaba acercando mucho a Fortezza da Basso, lugar donde será la Bienal de Florencia en el mes de octubre de este año, y donde yo tendré la oportunidad de mostrar mi arte.
Y sin quererlo, sin haberlo planificado, estaba de pie frente a la entrada de Fortezza da Basso!
Me emocioné mucho en el momento, y más aun cuando me di cuenta que podría entrar, puesto que hay una Feria de Artesanos durante estos dias, evento que termina mañana.
Dentro de esta fortaleza habia un mundo de nuevas cosas.
Comida, cueros, seda, joyas.. muchisimo para entretenerse!
Por un momento, sentada en un local de comida italiana artesanal, me vi a mi misma como en una escena de la pelicula "Comer, rezar, amar". Jajajaja.
Se que es tonto.
Pero muchas veces hago esa analogía entre la vida real y las películas.
Precisamente mientras están sucediendo las cosas.
Ya eran las 21.00 hrs y comenzó a oscurecer.
Me encaminé de vuelta al hostal.
Pasando por la Basilica de San Lorenzo me maravillé con esa temperatura rica semiveraniega que está inundando la ciudad.
La vida nocturna me sorprendió de una manera especial.
Esta aventura está recien comenzando para mí.
Espero que pronto pueda escribir aun mejores experiencias.
Pronto comeinzo las clases en la academia y siento que esto implicará un cambio muy positivo.
Por ahora, sigo maravillándome con cada momento.
Ciao!